El teatro fomenta la empatía
La empatía es una habilidad de aprendizaje, y el teatro enseña inherentemente la empatía a través de la narración en la que conectamos nuestras propias experiencias con las de los personajes. Al observar el mundo a través de la lente de la empatía, cultivamos una mayor capacidad para apreciar a todas las personas con la esperanza de crear un mundo mejor y más equitativo.
Cuando los participantes sienten empatía, comienzan a salvar la distancia entre ellos mismos y los demás. También comienzan a experimentar al "otro" como humano, tan humano como ellos mismos".
augusto boalDurante estas experiencias dramáticas [de empatía], las interacciones humanas brindan una salida para la expresión que permite a los participantes obtener conocimiento de sí mismos, de sus compañeros y de su entorno".
Foram A. Bhukhanwala, Augusto Boal y Mady SchutzmanEl teatro facilita la alfabetización.
El teatro tiene una cualidad única en el sentido de que atrae al lector a través de la narración visual. El efecto de esta cualidad puede inspirar a los estudiantes de todas las edades a hacer conexiones y recuerdos positivos y duraderos con la alfabetización. Esto, a su vez, creará tanto lectores de por vida como mecenas de las artes en los años venideros.
Leer no es caminar sobre las palabras; es agarrar el alma de ellos".
paolo friereEl teatro inspira la colaboración.
La colaboración brinda varias oportunidades para que los estudiantes aprendan habilidades transferibles a lo largo de su viaje educativo. La colaboración permite que se escuchen las voces de los estudiantes y les brinda la oportunidad de explorar en un entorno seguro. Todas las tareas son igualmente importantes al crear arte. No hay jerarquías. Inspira una comunicación honesta y clara, crea una responsabilidad inherente al colectivo y fomenta el liderazgo dentro de una dinámica de grupo.
Si quieres levantarte a ti mismo, levanta a alguien más".
Booker T.WashingtonEl teatro incita al cambio social.
El teatro tiene la capacidad de incitar al cambio, tanto en nosotros mismos como en nuestro mundo. Existe la responsabilidad de enseñar a nuestros jóvenes cómo ser tanto un participante activo como un espectador en el cambio social a través de las artes. Esto puede venir de muchas formas, pero lo más importante es darles a nuestra juventud las herramientas para activar el teatro de una manera auténtica que continúa examinando nuestro mundo y empujando la aguja hacia el cambio social.
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